sábado, 20 de abril de 2013

Sensación de cambio





Hace días (meses) que tengo sensación de cambio. No me pidan que explique qué es eso. Es algo que se siente y que uno percibe desde un lugar completamente inmanejable. Y, últimamente, parece como si todas las fichas fueran cayendo en su lugar y aquello que yo preví se está dando.

No estoy aún en peligro. No al menos de forma directa. No que yo lo sepa, al menos. Sin embargo, parece como si los cimientos de algo que hace casi 4 años estoy construyendo, estuvieran más débiles que nunca.

Pienso en que los cambios traen nuevas oportunidades, que a veces uno necesita un empujón para seguir adelante, para saltar. Pienso en que hasta junio, al menos, las cosas van a mantenerse.Siento una angustia gigante.

Es angustia ante lo desconocido. Angustia ante no saber qué va a pasar, o sí, saberlo, pero temer el después. Creo que cada vez más se acerca el momento del barajar y dar de nuevo. No sé si quiero cortar el mazo. No sé si quiero ver las nuevas cartas que me toquen.

No puedo explicarlo demasiado. El vacío es cada vez menos igual. Hay promesas de rellenos esporádicos, pero ¿quién sabe? Yo no.

Estoy enojado, muy enojado. Enojado conmigo mismo, enojado con la realidad. Y uno no puede vivir enojado con la realidad porque la realidad es lo que es y nada más. Todo lo que resta es ser un cacho estoico, manejar lo posible, dejar se lo inmanejable y esperar.