Es un tema que vengo pensando hace tiempo. Se filtró, de hecho, en algún post, al menos de costadito, como quien no quiere la cosa. No sé qué es lo que me gusta tanto de esta gente. Racionalmente, uno podría sentirse amenazado ante la vulnerabilidad que se da ante esta especie de ser humano tan receptivo. Pero no. Me pasa lo opuesto. Estoy esperando sus comentarios, sus ideas, su análisis de mi realidad.
Supongo que tiene que ver con el ego; con sentir que soy tan grande cosa que el otro tiene interés en mi. Es triste, ¿no? Pero es real. Es sentirse alguien. Alguien lo suficientemente alguien como para que el otro se tome el trabajo de percibirte como ser humano, con sentimientos e ideas.
Y ahora ya me fui al carajo. Sepan disculpar. El regalo, mañana. Hoy los dejo con esto.
