lunes, 25 de marzo de 2013

Malditas mariposas!!!





Ya no sé que pensar, estoy empezando a implementar en mi cabeza que no son buenas ustedes conmigo. A veces quisiera que escaparan y vuelen lejos para no volverlas a sentir y no me hagan sufrir más. Aunque son grandes compañeras que se alegran cuando encuentro el punto exacto de felicidad y lloran conmigo, cuando se me hace imposible reír  Sé que si las dejo escapar algunas noches las voy a extrañar y hasta incluso voy a llorar mucho por ustedes. Pero me están lastimando y ya no sé que hacer, duelen mucho porque ustedes no saben lo que pasa afuera y sólo vuelan dentro mio cuando la cabeza y el corazón les avisan que estoy pensando en ella. 
Últimamente por lo miedos que tengo sus alas se volvieron filosas y aunque les cuesta volar, lo siguen haciendo y se clavan en mi cuerpo como cuchillas, lo cual hace que mi cuerpo no quiera ni levantarse y ahí esta, sobreviviendo todos los días, acostumbrado a que mis ojos se sequen, a esa idea rara e intensa de querer desaparecer del mundo para no ver a nadie más. Y acostumbrado a la sensación de extrañar sus ojos, su voz, sus mensajes; pidiendo a gritos siempre un mínimo gesto de cariño para que estas mariposas vuelen ligeramente muy dentro mio y me hagan sentir feliz. 
La culpa ya no sé si es de ustedes, de ella o mía, lo que sé es que nunca busqué ni esperé que aparecieran en mí. Confié en Dios y me jugué el corazón, sin esperar nada a cambio sólo amor, sin lastimar ni jugar con nadie. Yo entregué lo que soy sin mostrarme de otra manera, sin engañar a nadie, siempre fui lo que soy y no me devolvieron ni una caricia, entonces no entiendo porque ustedes siguen ahí revoloteando, como esperando que las alimente con su presencia.
Perdónenme, pero durante la semana preferiría hasta que no la vea que me dejen en paz!