lunes, 13 de mayo de 2013

Me olvide los auriculares...



Cuando uno se olvida los auriculares al ir al trabajo, a la facultad o a algún lugar el cual uno va en forma rutinaria, no le queda otra cosa que hacer más que pensar. Digamos que cuando uno escucha música hace que el cerebro se relaje y disfrute, pero si no existe esa música, nuestra cabeza se pone a trabajar. Eso mismo me pasó a mí el otro día, me olvidé los auriculares y, para variar, mi cerebro se puso a filosofar.

La pregunta que me hizo fue: ¿Cuál es el objetivo en la vida? ¿Para qué uno hace lo que hace? A pesar de lo que podés llegar a creer, la respuesta me resultó muy fácil y no tuve que pensar demasiado. Todo lo que se hace debería tener como objetivo ser feliz, ni más ni menos.

A pesar de la tan obvia respuesta, naturalmente vos seguro hacés cosas en tu día a día que no te hacen feliz. La mayoría de cosas que hacés que no te hacen feliz, es porque a pesar de que intrínsecamente no lo hacen, su resultado es un medio para lograr hacer algo que sí verdaderamente te hace feliz, por lo tanto es un esfuerzo para lograr tu objetivo.

En lo que creo que habría que ponerse a trabajar, es en esas cosas que no te hacen feliz, ni tampoco son un medio para lograr algún momento de felicidad. En principio deberías intentar evitarlas, y si no notás ninguna consecuencia negativa en tu vida, eso querrá decir que fue una muy buena elección.

Después de toda esta reflexión ya casi estaba llegando al trabajo, sin embargo también me dí cuenta que la principal razón de porqué criticamos a otra persona, ya sea por su ropa, por lo que hace, por su religión, por la música que escucha, etc. es porque les envidiamos que ellos hayan encontrado algo que los haga felices mientras que a nosotros eso mismo que criticamos no logramos que nos haga feliz.