lunes, 13 de mayo de 2013

Hay que arriesgar!

El otro día caminando por la calle escuché que una amiga le decía a otra:

"El NO ya lo tenes asegurado, con arriesgar no perdés nada.'

Esta es una frase que escuché varias veces y seguro vos también lo hiciste, e incluso probablemente también la hayas dicho en alguna que otra ocasión. 

Lo primero que te viene a la cabeza cuando escuchas esa frase, es que es obvia y es casi imposible estar en desacuerdo, entonces...¿Por qué muchas veces nos cuesta arriesgar si aparentemente no hay nada que perder? Es ahí donde ya no parece tan obvio, porque sino seríamos muchos más los que arriesgaríamos si no hubiese nada que perder.

Pensando un poco en esta situación me dí cuenta que es una falacia decir que ya tenemos el NO como respuesta, lo que tenemos en realidad es incertidumbre acerca de lo que podria llegar a pasar. Por lo tanto hay algo que SI perderíamos para siempre en el caso de arriesgar y recibir un NO como respuesta, que es la esperanza de que podría haber llegado a salir bien. En eso reside la duda al momento de arriesgar, a que antes de dar ese paso, siempre hay esperanzas de que salga bien, y después de arriesgar, para bien o para mal, esas esperanzas desaparecerán.

Lo que uno debe analizar al momento de arriesgar es si es más fácil convivir con la incertidumbre de lo que pueda llegar a pasar, teniendo esperanzas de que salga bien, o sobrellevar el rechazo ante un resultado negativo luego de haber arriesgado.

Hay que tener en cuenta que cuando uno arriesga, las cosas pueden salir mal, pero...y si salen bien?