miércoles, 26 de junio de 2013

Ya ves que estoy piantao !




Hay definitivamente distintos niveles de cordura o distintos niveles de percepción de la realidad, llamese como quiera! Y hablo ni mas ni menos de aquellos seres que hablan solos. 
Ya en algún momento había levantado la bandera de los desprotegidos para decir que aquel que habla consigo mismo tambien habla solo, o sea, VAMOS, que al fin de cuenta somos todos, no? 

Entonces acordamos que todas las personas cuando están solas, imaginan dialogos consigo mismo o con personas que no estan presentes. Y que lo hagan en forma solo mental no hace a la diferencia de aquel hombre que en la esquina mantiene una dura discusión política y filosófica con vaya uno a saber quien! 

Porque el ser humano es social y politico desde su nacimiento y si algo sabemos es que es imposible, aún relegado al más absoluto de los ostracismos, que un hombro/mujer se abstraiga del contacto con otro ser humano, aún en los casos más extremos hay un lazo mental que nos aferra a los otros.

Algunos lo llamaran locura, para mi más locura es vestir con ropa a un perro y tratarlo como un hijo, y hablarle y contestar por él. Si se me permite una clasificación de niveles de locura. Mucho más que aquel que habla imaginariamente con alguien que no existe o que no esta presente. Después de todo si existiera o estuviese presente le contestaría. En cambio el perro... 

Pero no puedo dejar de abrir las puertas a nuevos universos, porque así como nos paramos a discutir vanalidades, la realidad es que es tan poca la información con la que venimos, transitamos y dejamos este mundo, que tranquilamente quizás todas estas personas que en mayor o menor medida nos resultan algo delirantes. Cuanto posibilidad hay, de que sean seres más evolucionados que tienen la capacidad de poder ver más allá en otro universo paralelo a este y es ESO justamente lo que les permite en ese universo donde se paran,  que sea de lo más normal vestir a un perro con chaleco, hablarle como a un humano o simplemente discutir en una esquina. 

Y para nosotros simples mortales de este mundo tridimencional, como todo aquello que ignoramos, ante la primer posibilidad catalogamos de locura o imposibilidad mental. Cuando quizás es solo un espejo que refleja nuetra propia ignorancia.